Hoy os traemos el testimonio de una persona anónima. Quizás no lo es tanto por el protagonismo que ha adquirido en las redes sociales en favor de la donación de médula. Pero es una persona normal, con nuestra mismas inquietudes, sueños y esperanzas. Quizás con una única diferencia: el dolor ha llegado demasiado pronto a su vida. Pero, cómo no, la capacidad de vislumbrar en él una posibilidad para superarse también. ¿Cómo vivimos el dolor?
https://drive.google.com/file/d/0B2JyBAaL1lssc0xyWEh5cXM0Vms/view?usp=sharing
